
...Casi utópicamente diría. Si con decirte que no hay instante sin que te personifiques, sin que me invadas y cortejes en todos los sentidos. Pero de qué sentidos hablo en realidad, si ya los mutilaste todos, uno a uno, sin que tu conciencia diera cabida a la culpabilidad o al más mínimo yerro.
Y qué frutos obtengo si te explico que las hojas que pisamos ya no crujen...que los faroles de mi Alameda son tus ojos que no dejan de observarme...Para qué? Si la significancia dejo de ser, dejó de estar...dejó de sentir!!! Y si me conoces, o creíste hacerlo, y sabes bien que vivo por sentir...qué haces acá, a mi lado, tomando mi mano en silencio, húmeda y discreta, queriendo rememorar sin dejar que yo escriba?. Puesto que mi pasión la he abandonado, la miro resentidamente desde un rincón de mi cuarto...
Te pido sólo una vez, sólo éste favor. Detente un momento, y agradece al Dios que tanto amo, que sus sueños han sido desde tiempos remotos los míos, y que a pesar de todo dolor, no pretendo abandonar.